DVD:
1.
Colección Sherlock Holmes Suevia Films (14/09/2006)
Reseña crítica: Tras un innecesario rótulo en que se nos informa que Sherlock Holmes es perenne y eterno, la acción arranca en época contemporánea (recordamos que, a excepción de las dos previas incursiones en la pantalla del personaje, producidas por la Fox, el resto de la filmografía holmesiana hasta ese momento se venía ambientado en la época de sus rodajes, sean los años '30 o las décadas del silente). La BBC de Londres capta misteriosas transmisiones radiales provenientes de la Alemania Nazi. En cada mensaje, "la Voz del Terror" avisa de cierto acto terrorista, la voladura de un puente, el incendio de una fábrica, el descarrilamiento de un tren de pasajeros, etc. Cada tragedia termina aconteciendo a medida que la transmisión sale al aire. Intrigado, el Comité de Defensa presidido por Sir Barham (Reginald Denny) manda a llamar al gran Sherlock Holmes para que desentrañe el enigma. "¿Un detective privado para resolver un asunto de seguridad nacional?" claman los otros miembros, especialmente el funcionario de Inteligencia Sir Anthony (Henry Daniell, en típico papel de sospechoso nro. 1). Holmes y Watson (Nigel Bruce) toman cartas en el asunto y se ponen a trabajar de inmediato, aunque la primera pista es un cadáver en la propia Baker 221b: el de su informante callejero (Robert Barron). Acto seguido, descienden al bajo mundo (metafórica y literalmente), en un bar de mala muerte que funciona en un sótano, donde se encuentra con Kitty (Evelyn Ankers), la viuda del fallecido, que se irrita al enterarse que los asesinos fueron conspiradores nazis. La secuencia del diálogo entre Holmes y ella, presentada en unos conmovedores y sombríos primerísimos primeros planos por parte del director John Rawlins, roza niveles dramáticos inusuales para un film de Holmes. Y para apreciarla es preciso transportarse imaginariamente a la época de su estreno, segunda mitad de 1942. Si bien la peor época para Inglaterra había pasado y el fantasma de una invasión se alejaba día a día, los bombardeos nocturnos y la vida nocturna en los refugios antiaéreos imprimían un nervio y una ansiedad que bien podrían respaldar la euforia del discurso de Kitty a los cófrades y parroquianos del bar. Poco después, cuando Holmes es emboscado por el arrogante Meade (Thomas Gomez, con el manual de villanía en el bolsillo), la trama se complica y la intriga aumenta con la desconfianza del comité hacia los métodos de Holmes, el intento de Kitty de acercarse a Meade como cómplice y la sospecha de que uno de los integrantes del Comité pueda ser un espía. Desde luego, "la voz del Terror" sería un señuelo, parte de una estratagema de un plan mucho mayor que Holmes no solo se propone dilucidar sino desbaratar, con o sin ayuda del Comité. La acción no se hace esperar y a pesar que el término de 65 minutos parezca bastante breve, el metraje discurre con un ritmo propio del serial, g??nero en el que Rawlins tenía su foja de servicios. Este formato Sherlock contemporáneo y de medio-bajo presupuesto pareció rendir mejor resultado que a la Fox en 1939 y durante el resto de la Guerra, Rathbone, Bruce y la dulce Mary Gordon (como la maternal Sra. Hudson) se la pasaron encarnando sus personajes en el resto de la docena de largometrajes que Universal imprimió para la posteridad. [Cinefania.com]
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