JOHNNY B. GOODE

(Chuck Berry)

Simple - Chuck Berry - 1958

No sé cuánta gente sabe que "Johnny B. Goode" integra el disco que fue enviado con las sondas interplanetarias Voyager 1 y 2, como presente de la humanidad a eventuales inteligencias extraterrestres. La historia de Johnny es el tema 7 de esta especie de Grandes Éxitos del Planeta Tierra, después de una canción de mariachis y antes de un ejemplo de música tribal de Nueva Guinea. La idea original era enviar, como representante de la música popular contemporánea de Occidente, a "Here comes the sun" de los Beatles. Pero esto fue imposible por el conflicto judicial acerca de los derechos sobre el tema (el quilombo de Apple, hablando en criollo). Los Jefferson Airplane, enterados, cedieron gratuitamente toda su música. Pero primó la idea de enviar un rock and roll puro, hecho y derecho, una muestra de los primeros pasos del género, de la época en que todavía era cosa de negros o de camioneros de Memphis, como un tal Elvis Presley. De alli la elección; por cierto, totalmente justificada: en buena medida, el rock empezó con una historia sobre un muchachito de Luisiana.

Charles Edward Anderson Berry nació en San Luis, Missouri, el 19 de octubre de 1926. Ya de chico le gustaban la música y la poesía; en su adolescencia (mientras se ganaba la vida como peluquero u operario de una línea de montaje de automóviles) comenzó a destacarse como guitarrista y cantante de blues, pop y rockabilly.

A principios de los años '50 ya tenía su propia banda, que entonces tocaba para un público casi exclusivamente negro. Pronto notó que la gente terminaba bailando enloquecida cuando aceleraba el tempo de sus temas: a Berry le corresponde el mérito de ser uno de los que ayudó a nacer al rock and roll.

Fue el blusero Muddy Waters quien lo recomendó a Chess Records, una compañía especializada en editar artistas negros. En 1955 Berry hizo historia cuando su tema "Maybellene", una versión acelerada del viejo hillbilly "Ida Red", ingresó en el Top 20. Fue lo que ahora se conoce como un éxito crossover: un tema popular en todos los segmentos sociales. En la tarea de derribar las barreras raciales en la música, Chuck Berry fue uno de los primeros arietes.

Luego vinieron más éxitos: temazos como "Roll over Beethoven", "Johnny B. Goode", "Sweet little sixteen", "Rock and Roll music", "Too much monkey business", "School days" (¡cuya mejor versión es la que tiene a Bart Simpson en voz!). Fue uno de los principales modelos de la siguiente generación del rock, la de Bob Dylan, los Beatles y los Rolling Stones, como compositor, como guitarrista y como showman.

* Como compositor, porque fue autor de temas que giraban alrededor de una embrionaria subcultura adolescente, que él ayudó a perfilar. Básicamente, canciones sobre chicas, autos, ropa vistosa, el tedio de la semana laboral, la alegría de los sábados a la noche.

* Como guitarrista, porque inventó gran parte de los yeites que luego Keith Richards o George Harrison copiaron hasta la manía. Yeites que derivan de una circunstancia anatómica: tiene unas manos enormes, y le resulta muy difícil tocar solos bluseros en una sola cuerda, digamos como B.B. King. Lo que hizo Berry fue armar frases de guitarra en más de una cuerda a la vez, y terminó desarrollando un estilo alrededor de una limitación.

* Como showman, porque además de cantar y tocar empezó a moverse en escena, haciendo el paso de ganso mientras tocaba un solo. Un acto de destreza circense y una manera de canalizar toda la energía que se recibe estando arriba de un escenario.

Su carrera sufrió un eclipse a principios de los años '60. Tuvo que enfrentar problemas policiales: detenciones por posesión de marihuana, dos años de cárcel por tener como amante a una menor de edad; en definitiva, el tipo de incidentes que luego, bien que a regañadientes, fueron tolerados por el sistema como parte del Rock & Roll Way of Life. Después de esos sinsabores, Berry continuó tocando y grabando, pero nunca pudo volver a componer al nivel de su gran época de fines de los '50.

"Johnny B. Goode" (un nombre propio que también suena como "Juancito sé bueno") se grabó en los legendarios estudios Chess Records de Chicago el 6 de enero de 1958, el año en que recién se estaban haciendo las primeras grabaciones en estéreo. La primera estrofa sitúa la escena con precisión: en una cabaña de troncos de Luisiana, un chico pobre y casi analfabeto vive y aprende a tocar guitarra. En la segunda estrofa ya se lo ve recibiendo la admiración de los demás, tocando junto a las vías del tren (Berry nació en una época en la que las vías del tren y no las carreteras polvorientas eran el símbolo de la ida del pueblo chico a la gran ciudad, en busca de aventuras). La tercera estrofa es la profecía que la madre de Johnny hace al darle el beso de las buenas noches, la vieja historia de Hombre Cenicienta, el chico pobre que logra el éxito: esta vez, gracias a tocar algo llamado rock and roll. Fue la primera vez.

Musicalmente, es un rock and roll clásico, armado sobre la base de los viejos y conocidos tres acordes mayores y 12 compases del blues. La introducción sola bastaría para darle a Berry un lugar entre los papás del rock.

Casi todas las bandas de rock and roll del mundo han tocado este tema alguna vez, aunque sea en los ensayos y para ir calentando los dedos; de allí la inmensa cantidad (y calidad) de covers: Jimi Hendrix, los Grateful Dead, los Who (¡con Keith Moon en voz!), Jerry Lee Lewis, Peter Tosh, Judas Priest, AC/DC, los Sex Pistols, Twisted Sisters, Hanson, Slade, Status Quo, los Teen Tops, Andrés Calamaro...

En lo profundo de Luisiana, cerca de Nueva Orleans

Bien dentro del bosque, entre los árboles perennes

Había una cabaña de troncos, tierra y madera

Donde vivía un chico de campo llamado Johnny B. Goode

Que nunca ni siquiera aprendió bien a leer o escribir

Pero podía tocar la guitarra como quien hace sonar una campana

¡Vamos, Johnny, vamos!

¡Vamos, Johnny, vamos!

¡Vamos, Johnny, vamos!

¡Vamos, Johnny, vamos!

Johnny B. Goode

Solía llevar su guitarra en un saco de yute

Y sentarse bajo un árbol junto a las vías del tren

Los viejos ingenieros lo veían sentado en la sombra

Rasgueando sobre el ritmo que marcaban los conductores

Cuando la gente se le acercaba, se detenía y decía

"¡Éste chico del campo sí que puede tocar!"

¡Vamos, Johnny, vamos!

¡Vamos, Johnny, vamos!

¡Vamos, Johnny, vamos!

¡Vamos, Johnny, vamos!

Johnny B. Goode

Su madre le dijo "algún día serás un hombre

Y liderarás una gran banda como las de antes

Mucha gente vendrá de muy lejos

Para escucharte tocar cuando el sol se va

Tal vez algún día tu nombre brille en los carteles luminosos"

Y le dio las buenas noches

¡Vamos, Johnny, vamos!

¡Vamos, Johnny, vamos!

¡Vamos, Johnny, vamos!

¡Vamos, Johnny, vamos!

Johnny B. Goode

La nota fue actualizada en agosto de 2008.

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