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* * * * * * * * * * * * PERO ¿QUIÉNES SOMOS LOS QUE HACEMOS CINE BRAILLE? * * * * * * * * * * * * |
OCTETO
Hola? ¡Qué hacés, papá! ¿Todo bien? ¿La jabru bien, los pibes? Che, esta noche salgo con una veterana y necesito que me hagas la gamba. Sí, veterana veterana, bien de Vietnam. Trae una amiga que está buena, lindas gomas. ¿Cómo que no te dejan? Papá, hacete valer. ¿Cómo un macho va a dejarse llevar de la nariz? Me hiciste acordar a algo que vi hoy en el bar. Sí, recién salgo, y mañana tengo franco. Estoy por tomar el colectivo para ir a casa. ¿Cómo? Nooo, no me podés fallar, papá. Tengo pastillitas azules como para hacer dulce, dale. Hacete valer, no como el flaco de hoy. Te cuento: fue hace un rato, en el bar. No sabés qué escena. No sé qué pasó, de golpe una minita que estaba con un tipo le tiró el agua de un vaso en la cara y lo puteó de arriba a abajo. Tristísimo, un hombre que se precie no puede permitir eso, un macho no se puede dejar basurear así adelante de todo el mundo. Triste, triste, un dominado, no como vos macho que sos un campeón. ¡No me podés fallar, me tenés que hacer la gamba! Sí, claro... ¡Esa, macho, así me gusta! ¡Pasá por casa a las once! ¡A estas veteranas las vamos a matar a pijazos, sí señor! |
No sabés cómo estoy, gracias por llamar y bancarme. No sabés qué momento pasé. Hoy a la tarde, sí. Fuimos al bar de siempre. La iba a largar, me tiene harto, no puede ser más celosa. Es una hierveconejos. Pedro, el otro día la agarré espiándome el celular, decí que estábamos en tu casa y no quise armarte un quilombo a vos y a Carla. Bueno, la paso a buscar por el trabajo, nos sentamos a tomar un café en el bar... sí, el mismo de siempre. Ése. Yo no sabía cómo arrancar, viste que fácil no es. Y menos con esta loca. Bueno, imaginate, nos sentamos, yo buscando la oportunidad de ir al punto, decidido a largarla, y en un momento no aguanté y se lo largué así, en crudo. Que quería que nos tomáramos un tiempo porque lo nuestro no funcionaba. Para qué Pedrito querido, para qué. Me empezó a putear adelante de todo el mundo, que qué me pensaba, que mirá si iba a encontrar otra mina como ella así nomás... No sabés la vergüenza Pedro, las viejas me miraban, el mozo, todos. Me vació un vaso de agua en la cara. Sí, una escena de locos, de locos. Pagué y me fui, en la calle me miraban todos por la camisa mojada. De locos Pedro, de locos. |
Hola mamá... Sí, estoy nerviosa, más vale. Lo acabo de mandar a la mierda a Andrés. Hijo de puta... Sí, ya me tomo unos calmantes, corto de hablar con vos y me tomo algo. Sí mamá, voy a estar bien, basta, dejame contarte. Hoy a la mañana lo cité a Andrés al bar al que vamos siempre, ese a la salida del trabajo, en la avenida. El otro día le espié unas conversaciones raras en WhatsApp, pero estábamos en una reunión y no quise hacer lío. Hoy, sospechando, me fui al bar de la esquina de la casa y lo vi saliendo a los besos con la mujer de un amigo de él, una tal Carla... ¡Qué mierda importa de dónde la conozco mamá, dejame hablar! Lo cité al bar, le pregunté qué onda, si se cree que me puede hacer cornuda así nomás... y se hacía el boludo. Me negó todo, hasta me negó lo de haber estado en la casa con Carla ¡y yo lo vi con mis propios ojos! Me sacó, me paré, le dije de todo, y como se hacía el superado, el que no pasaba nada si yo me iba, le vacié un vaso en la cara. Adelante de todo el mundo. Sí, el bar estaba lleno. Una vieja que nos escuchó me aplaudió. Sí, claro que estoy llorando mamá. ¡No, no lo quiero ver más! |
Hola amor. Sí, recién terminó la clase, un embole como siempre ¿Qué pasó? ¿Quién? No me extraña. Es una loca esa mina, mala mina. ¿Cómo? ¿Que le tiró qué? ¿En un bar? ¿Adelante de todo el mundo? Es una loca, una loca. Andrés se sacó la lotería al sacársela de encima. Ya en casa me pareció una pareja rara, yo lo conocía a Andrés por vos, porque es amigo tuyo, buena persona, simpático... No te voy a contar yo lo que es Andy, vos lo conocés desde la primaria. Ella no sé, estuvo toda la noche con cara de culo, lo trataba mal adelante de todos... Así que... ¿Cómo te enteraste? ¿En serio que fue en un bar, adelante de todo el mundo? ¿Y por qué? Ah, él la estaba largando... Sí, no me extraña. Debe ser difícil convivir con una persona así. No como nosotros, Pedri. Ay, qué dulce que sos. ¡No digas esas cosas que estoy en la calle y me hacés poner colorada! Amor, te corto, estoy en la puerta de lo de Magda. Sí, estuvimos toda la mañana pero no pudimos terminar el trabajo práctico y vamos a ver si lo terminamos ahora, así a la noche puedo estar con mi Pedri. ¡Ay, claro que te quiero, tonto! Amor, paso por lo de Magda y a las once estoy en casa, sí, pedimos algo caliente al delivery así no cocinamos, un beso. |
¿Mechi? Hola, sí, recién llego a casa, estuve tomando el té en un bar acá a la vuelta. Sí, volví temprano porque a esta hora la calle se llena de negros, unas caras... Un disgusto nena, un disgusto... Me robaron la billetera. No, en el bar, yo no me di cuenta. No... no, dejame que te cuente. ¡Pará de hablar Mechi, parecés La Yegua! Estaba tomando el té.. sí, fui sola. Te decía que estaba tomando el té y de golpe una parejita empezó a discutir, una chica empezó a gritarle a un tipo que qué se creía, que ella no era una cornuda, y le tiró un vaso de agua en la cara. No, el vaso no, el agua le tiró, Mechi. No sabés el lío que se armó. Vino el mozo, se juntó gente... y en ese lío me deben haber robado la billetera de la cartera. No, claro que no me di cuenta, me di cuenta al querer pagar. Decí que el mozo era un amor, que me dejó irme sin pagar y le pago mañana cuando vaya de vuelta. No, no tenía mucha plata, porque todavía no cobré el alquiler. Sí, ya es cuatro, les queda un día. Muy informales estos inquilinos, yo cuando alquilaba pagaba el primer día del mes siempre. No, Mechi, claro, esta época de ahora... ¿La chica? Se fue. Muy vestida de putita como las de ahora, el ombligo al aire, una putita. ¿El tipo? Otro degenerado Mechi ¡en qué mundo vivimos! |
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¿Sabés lo que es estar en la mala, viejo? Estar como estaba hoy. Qué año de mierda. Primero me quedo yo sin laburo, después mi mujer, y para terminar de pagar el crédito tuve que caer en ese prestamista hijo de puta que vos sabés. Un pesado de aquellos, mucha banca en la cana, amigo de jueces... Todavía no entiendo en qué estaba pensando cuando lo fui a ver. Este tipo era capaz de liquidarme si no iba hoy a pagarle, y yo no sabía de dónde sacar la guita. Y en un momento así Dios te ilumina viejo, Dios aprieta pero no ahorca. Por eso hay que creer. Estaba en un bar, pensando cómo juntar los mangos que me faltaban, y de golpe se armó un quilombo bárbaro porque una parejita se empezó a pelear. Tema de cuernos, algo así, un griterío, le tiró un vaso de agua adelante de todo el mundo... Y una mesa más allá había dos lesbianas, una vieja y una pendeja. La pendeja justo estaba en el baño. ¿Que cómo sé? Porque a la vieja la conozco del barrio, una vieja estirada. Bueno, en el quilombo la vieja no sé qué le fue a sermonear al tipo y yo aproveché para manotearle la billetera. Dios me iluminó viejo: justo la plata que faltaba para pagarle a este hijo de puta. Fui, pagué, nunca más. Hoy nací de nuevo. Nací de nuevo, gracias a Dios. |
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Usted se debe acordar de los carapintadas. ¿Se acuerda de la toma del Edificio Libertador? Yo estuve ahí, era subteniente, recién egresado del Colegio Militar. En esos días venía Bush, el padre, así que Menem nos tenía que sacar como fuera, y nos sacó a los tiros. Uno pegó en el marco de una ventana, se desvió, y le dio en la cara a un oficial que estaba al lado mío, el capitán Zabala. Perdió un ojo. Una esquirla que saltó ¿sabe lo que hizo? Me lastimó la mano. Una lastimadura en la mano yo, un ojo menos Zabala. Pura suerte. En el '92 me fui a Croacia, a la guerra. El jeep donde yo iba pisó una mina, y acá me ve. ¿Los otros dos que iban conmigo? No la contaron. En 2004 fui a apretar a un paraguayo, sacó un .38, me apuntó entre los ojos... y el tiro no salió. Y le conté tres nada más. Nadie tiene la vida comprada, esto es todo suerte, señora. Mire, hoy tenía un trabajo, un tipo que no podía pagar, había que tirarlo al río... Consiguió la plata a último momento y me avisaron que no fuera, justo cuando estaba por salir. Si me avisan un poco después, por ahí yo no le daba bola al celular y era boleta igual. Así que en vez de estar en eso estoy acá, es su día de suerte: la escucho. Dígame a quién hay que hacerlo perder. ¿Un marido infiel tal vez? |
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